20 de mayo de 2011

El oficio de Master House, comienza en Ciudad Bolívar.


“Cocktail hour, con barra libre todo el mes de Mayo” gritaban las páginas de las revistas más caras de toda la ciudad (es decir no muchas) como master blender me he quedado atrás, pues resulta que el método 365 que le he aplicado este año a el blog tiene más cambios hormonales que cuarentona entaconada - montando un bús en Petare.

Saltándonos algunos pasos de entrada, yendo directo a la barra y hablando ocupados de las cosas que han pasado en los últimos  meses (desde la última entrada que se publicó) toca regalarme aplausos, dibujar público, instalarles sonrisas y darme yo mismo palmadas en la espalda como símbolo de “Te la estás comiendo, carajito”.


Para que estén al día: los viajes a Ciudad Bolívar, donde estoy estudiando, ya se terminaron y estoy instalado en ella. Angostura con su clima, su calor “nada básico” me han dicho que debo ser paciente y a muchas cosas debo graparles esa nota.

Cuando te mudas, sin familiares cerca, el título de House master ó mejor dicho: el que hace todos los quehaceres, la comida, la tarea, arregla el cuarto, limpia la habitación, saca la basura, prepara el mercado, endulza los jugos, y pasa el pañito; viene solo. Sin embargo, pareciera que al salir de casa y entrar en otra te regalan todas las cosas que vas a necesitar y eso no significa problemas, porque sabes que tienes que amoldarte.


Porque vives sólo, las cosas nada mas te importan a ti y las haces como prefieras o como te salgan. Siempre pasearan por las avenidas del subconsciente las vallas del “por algo se empieza”. No puedo negar (por ningún lado) que son cosas que antes no (me) importaban porque no las hacía yo, al rato comienzas a entender que todo esto quita tiempo y debes algunas veces madrugar; porque entre todos los presentes el número ganador a preparar el desayuno te lo sacaste tú. Ducharte, vestirte, comer, no olvidar nada y salir a esperar el transporte hasta la universidad que pasa a las 6am, entran en la To Do List.



Por lo mucho ó poco que me toque abrazar esta experiencia sé que no le voy a gritar, es algo que yo decidí y, coño! Si me quejo es para que me dejen la marca en el c*#? ¿No creen?  Como joven desligado, no veía válido eso de que “estudia lo que te guste” creía que el pensamiento se vencía y la gente se podría adaptar a lo que estaba a su alcance. Hace casi 3  años me ocurrió un episodio bien matizado y nada sufrido que me dejaba esta lección; pero mira estaba en esas películas no estaba pendiente de lecciones.

Ahora sí las cosas están más claras, me gusta como se mueven al ritmo de los cauchos, a pesar de que voy a pie. Duro no va a ser, “exigente” que sea la palabra… y a los villanos del futuro, se les agradece despejar la zona.

2 comentarios:

Laura Wellington dijo...

Cuanto tiempo sin pasarme por aqui..
Espero que todo te vaya bien :)

Phia Salvva dijo...

Me parece que está bueno el escrito a veces las cosas se ponen un poco fuertes y te quieren cachetear pero tienes que seguir Es tu meta y tienes que bailarpegao (: saludos Lito