29 de agosto de 2010

Anomalías de un domingo.

Que singulares tienden a ser nuestros domingos, desde antes se consideraba que este día "sagrado" significaba el inicio de la semana, sin embargo esta situación se invirtió totalmente pasando a ser el último día. Una vez realizado este cambio la gente fue adecuándose a la situación y veían el domingo como un día libre, un día para descansar, ó simplemente un día para relajarse. Tratando de alinear contextos el domingo vendría siendo como el "fin" ó mejor dicho "el cierre de un ciclo". Sugiriéndonos que nada es para siempre y que todo continúa, que podemos equilibrar nuestras emociones y nuestros sentidos, que aún existe un Taima! y que puedes decir ¡Stop!, que te puedes dar un break y que puedes respirar; "mientras... el cabrón del calendario, no te hace jamás ningún favor". Así que atentos.

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